
Las familiares tela arañas ahí en el techo, me retumba la cabeza de tanto escabio hasta me puse el piyama y ya es de mañana. Mi ropa nocturna ahí en el sillón, el cuarto inmóvil.
Estamos en el ascensor del dpto. a ella le gusta la textura de mi campera y se asombra de encontrarme suave cuando mete su mano debajo de mi ropa. La cabina asciende y yo noto la presencia impaciente de sus pezones sobre mi pecho.-No- Mejor estoy en mi departamento y la minita rubia se pasea envuelta en una sabana. Sentado en mi suerte de escritorio intento redactar una nota, es la chica de mi amigo y me la dejo sin ropa (toda una presa). Las sabanas se les resbalan un poco con cada movimiento, y la maldita lo hace con toda intención. Ahora esta asomada a la ventana y me habla desde ahí sonriendo. Abandono la nota voy a quitarle de una vez la sabana. La verdad que lo que estaba calentándome era el hecho de que sea la mina de mi amigo y que tenía la sabana puesta. –Maldición, no encuentro una buena imagen- Las tres chicas entran al baño y yo estoy revisando mi aspecto nasal frente al espejo, no las conozco. Le quito la cerveza a una de ellas –no me importan las caras, no tienen caras-. Una de ellas me sostiene la cadera y va y viene con buen ritmo, la otra esta desabotonándome la camisa y yo sigo empinando la cerveza, pero ahora vamos en un auto a toda velocidad. Adelante alguien conduce y una conversación transcurre con total normalidad, atrás nosotros nos estamos divirtiendo pero sobre un moquet tullida en un amplio departamento y probamos todas las posibles combinaciones. -Pero esto ya me aburrió- mejor es la amiga de mi vieja que al final nunca le hice nada. Ella es quien toca el timbre de mi casa y yo estoy hablando por teléfono en calzoncillos, le abro vuelvo a la cama y antes de tomar el tubo le digo que puede mamármela, de a ratos le acaricio la nuca está entre mis piernas y me rio de las historias que me cuentan del otro lado del aparato, viajando en adrenalina. Pero mejor volvamos a la chica del ascensor, un polvo de esos resbalosos contra los azulejos bajo la ducha… y las familiares tela arañas ahí en el techo, algo retumba en la cabeza con tanto whisky y tal dureza tengo el estomago arruinado por una semana. Me pongo un pucho en los labios y lo enciendo plácidamente. Empieza a sonar el cel.
Un amigo de un amigo me mostró en su celu una foto con Henry y me contó una historia graciosa. Cuando te vea te la cuento. (Espero pronto) Ah y que este texto me gustó, pero cuando te vea te digo más cosas. Cuando te vea :)
ResponderEliminar